viernes, 19 de mayo de 2023

Los caminos desde el laboratorio a la industria

Lograr que los conocimientos se apliquen, que lleguen hasta los destinatarios y efectivamente den impulso al desarrollo económico y social del país es un problema central de la política científica y tecnológica, particularmente difícil en los países en desarrollo, debido a las limitaciones de recursos y a las características de sus sistemas productivos. Para lograrlo, es necesario explorar los caminos que debe transitar el conocimiento desde los centros de investigación hasta su aplicación en las empresas, en la salud, en el cuidado del ambiente y en otras necesidades sociales, identificando los actores que intervienen en un proceso cuyos protagonistas no son solamente los investigadores. Es necesario además diseñar instrumentos eficaces para estimular la demanda, ordenar la oferta y la transferencia de conocimientos. En otros términos, cómo producir innovaciones.

domingo, 23 de abril de 2023

¿Hemos perdido el último tren? Diálogo con dos amigos


Las primeras escaramuzas con este blog me han permitido dialogar con dos amigos, a quienes conocí en distintos momentos de mi vida, pero con quienes compartimos la preocupación por el desarrollo del país y el lugar que la ciencia y la tecnología puedan ocupar en tal proceso. 

En ambos queda flotando la idea de que perdemos oportunidades porque en nuestras políticas lo importante queda relegado por lo urgente. Es difícil trazar estrategias y fijar objetivos cuando estamos presos de tal dinámica




miércoles, 12 de abril de 2023

¿Son los investigadores parásitos del empleo público?

Hace pocos días leí un diálogo (llamémoslo así) en el que un periodista acusaba a un investigador de “vivir del Estado”. No es la primera vez que se formula ese tipo de juicio. Hace un par de años en un debate televisivo se caracterizó a los investigadores del CONICET de ser “parásitos”. Más allá de los exabruptos ¿es lógico acusar a un investigador de ser un empleado público y que esto implícitamente signifique que vive de nuestros impuestos, como si se tratara de algún tipo de parásito social? Desde luego, no tiene sentido porque en todo el mundo los gobiernos financian a sus investigadores e invierten en sus proyectos. Los países más avanzados apuestan al avance de la ciencia. Es así porque está fuera de duda que la ciencia es uno de los ejes estructurantes de la revolución tecnológica, el desarrollo sustentable y el abordaje de problemas globales como el cambio climático o la protección frente a las pandemias, tal como hace muy poco tiempo lo hemos vivido. Pero hay debates que no pueden ser leídos en forma lineal porque son típicamente argentinos y como tal deben ser decodificados. La pregunta es si en la cultura científica argentina y en la política científica de este país hay algún elemento que aunque sea distorsionado o exagerado pueda dar pie a este tipo de acusaciones.

martes, 11 de abril de 2023

¿Por qué un blog?


Nunca creí que algún día estaría escribiendo un blog (Wikipedia me ofrece como traducción un “ciber diario”), pero hoy me parece un ejercicio estimulante. A punto de alcanzar la mayoría de edad, que mi amigo Augusto Klappenbach establecía en los ochenta años, descubro que la tecnología me ofrece la oportunidad de comunicar mejor algunas ideas y experiencias. Me permite también recuperar algunos de los textos que he escrito, con los que hoy más me identifico. Aspiro a que esta manera de dirigirme a interlocutores hoy para mí anónimos, me permita ser útil para alguien y al mismo tiempo enriquecerme a través del diálogo.

Este ejercicio tiene a la vez algo retro, en la medida que me fuerza a rememorar historias. Escribo esto el día en que se cumplen sesenta años de la canción “Al vent”, una especie de himno antifranquista del cantautor valenciano Raimon. Durante nuestro exilio en Madrid encontré consuelo y energía en su proclama de exponer la cara, el corazón y las manos al viento del mundo. Es lo que trato de hacer ahora. 

sábado, 1 de abril de 2023

Un antiguo debate todavía actual: la idea de la transferencia de tecnología

En 1971 un tema clave en la agenda de la política científica y tecnológica era la transferencia de tecnología como instrumento para lograr el desarrollo. Había una convicción compartida acerca de su importancia, pero su significado y sus implicancias eran algo confusas y las herramientas para llevarla a cabo controversiales. En aquellos tiempos, la Comisión Nacional de Estudios Geo-Heliofísicos (CNEGH), creada en 1968 (disuelta diez años después durante el "proceso" militar), había tomado como propia la bandera de la transferencia de tecnología y la asumió como rasgo diferencial para confrontar con otras instituciones de promoción de la investigación, como el CNICT (actual CONICET). Se trataba de un tema emergente que registraba ya cierto discurso público como parte de los debates propios de la teoría del desarrollo y de la dependencia de América Latina, surgidas en el ámbito de la CEPAL. Para los directivos de la CNEGH, a pesar de su identificación con esta problemática, la transferencia de conocimientos desde los grupos de investigación a los actores económicos y sociales representaba un serio problema, tanto desde el punto de vista operativo, como de la formulación de una política institucional. El tema, reconocían, se había convertido en uno de los aspectos que más dificultades les presentaba a la hora de definir y desarrollar acciones.

El programa de metalurgia y el SATI: testimonio de Carlos Martínez Vidal

Durante los días 16 y 17 de diciembre de 1971 la Comisión Nacional de Estudios Geo-Heliofísicos (CNEGH) organizó en el Observatorio Nacional de Física Cósmica un Seminario destinado a discutir una estrategia para la programación de una política de transferencia de tecnología. En otro texto he dado cuenta de algunos de los principales temas debatidos entonces. En este caso me limito a transcribir (ligeramente editado) el relato presentado por Carlos Martínez Vidal acerca del Programa de Metalurgia creado a impulsos de Jorge Sabato, así como del Servicio de Asistencia Técnica a la Industria (SATI), que constituyó una experiencia pionera en el difícil terreno de transferir conocimiento científico y tecnológico a la industria local. El SATI puede ser considerado como una primera experiencia coherente y sistemática de vinculación con el sector productivo. Creo que el texto que sigue tiene un interesante valor documental y que transmite adecuadamente el “espíritu de los tiempos”, las convicciones y la voluntad de emprender proyectos que transformaran la realidad. Más allá de explicaciones de políticas y económicas del ocaso de algunos de esas iniciativas, es decir, más allá de una historia completa de la decadencia argentina, creo que como país hemos perdido gran parte de aquel activismo optimista que no nos vendría mal tratar de recuperar. 

miércoles, 15 de marzo de 2023

Indicadores de innovación: las dificultades de un concepto en evolución

Este texto fue publicado en la Revista CTS en noviembre de 2009. Pese al tiempo transcurrido, considero que sigue vigente su mirada sobre el fenómeno de la innovación. Recupera conceptos de Schumpeter que complementa con otros enfoques teóricos y dimensiones sociales. Esboza una visión del problema de la innovación en el contexto de una América Latina empobrecida, con datos que desde entonces hasta ahora no han mejorado, sino todo lo contrario. He corregido en el texto alguna información que era correcta entonces pero que hoy no es actual por haber experimentado modificaciones posteriores.

Las políticas de estímulo a la innovación están incorporadas en las agendas públicas desde hace algunas décadas. Surgieron como elemento estructurante de las políticas de reconversión industrial en el contexto problemático de la crisis de la energía de mediados de los setenta y de la reconversión industrial asociada a ella. Por esta marca de origen y por el tardío redescubrimiento de la teoría de Joseph Schumpeter, estas políticas se establecieron en un territorio difuso, entre las políticas industriales y las políticas de ciencia y tecnología, sin dejar de mencionar las políticas de educación superior, campo en el que la innovación plantea desafíos importantes a las universidades, no siempre exentos de conflictividad (Gibbons et al., 1998). ¿Cómo medir la eficacia de tales políticas y establecer indicadores capaces de dar cuenta de procesos tan multifacéticos?